Hacer preguntas es una parte fundamental de nuestra práctica educativa, pero, normalmente, no reflexionamos acerca de su importancia y de cómo hacer para que sean lo más útiles posible para el aprendizaje de nuestro alumnado. Por ello, en la presente entrada, analizaremos la importancia de las preguntas, las metas que persiguen, los distintos tipos de preguntas que podemos realizar y algunos métodos que podemos utilizar para preguntar en nuestras clases.
“El aprendizaje, sin lugar a dudas, es una consecuencia del pensamiento”, como señalan León y Barrera (2019). De hecho, aunque tendemos a pensar que un aprendizaje es activo si los estudiantes están haciendo algo, lo determinante en este tipo de aprendizaje es que los alumnos piensen en aquello en lo que están aprendiendo (traten de darle sentido, lo conecten con sus conocimientos previos, lo apliquen a distintas situaciones y circunstancias, etc.). Y qué mejor manera de hacer pensar a nuestros alumnos que haciéndoles preguntas. Además, las preguntas son el principal vehículo a través del cual nosotros, los profesores, interactuamos con nuestro alumnado.
Por tanto, las preguntas son “una parte irrenunciable de toda buena práctica docente” como subraya Reverter (2021). Pero, a pesar del gran número de preguntas que realizamos en clase, muchas veces no nos paramos a pensar por qué y para qué lanzamos cada pregunta, ni qué esperamos conseguir con ella. En consecuencia, dada la importancia de las preguntas que hacemos en nuestras clases, es conveniente planificarlas cuidadosamente, identificando su objetivo y seleccionando el tipo de preguntas más adecuado para lograrlo.
Antes de comenzar a desarrollar más el tema que nos ocupa, me parece conveniente señalar que, cuando nuestros alumnos responden a nuestras preguntas, es importante valorar los errores y las respuestas incorrectas: son una oportunidad para aprender. Y, como resalta Fernández (2020), “no debemos conformarnos con respuestas incompletas o inexactas”, es mejor seguir preguntando para potenciar el pensamiento de nuestros chicos y chicas.
¿Para qué hacer preguntas?
Algunos de los principales objetivos que nosotros, los docentes, perseguimos a la hora de realizar preguntas son:
- Activar los conocimientos previos de nuestros estudiantes.
- Abordar los puntos clave del aprendizaje que queremos que los alumnos logren.
- Que los alumnos consigan conectar las nuevas ideas con otros conceptos previamente estudiados y que profundicen en su significado.
- Provocar el pensamiento en nuestros alumnos.
- Comprobar su comprensión de lo aprendido.
- Detectar posibles interpretaciones erróneas.
- Evocar: para que un concepto acabe llegando a la memoria a largo plazo de los alumnos, estos han de evocarlo (es decir, hacer el esfuerzo de rescatarlo de su memoria) a menudo.
- Estimular el pensamiento crítico de nuestros alumnos.
- Activar la curiosidad, las ganas de aprender más y de investigar.
- Promover el diálogo, la reflexión, y la cooperación en el aula.
- Ayudar a perder el miedo a participar.
- Promover la autoevaluación, por parte del alumnado, del propio aprendizaje.
Tipos de preguntas
Por un lado, podemos distinguir las preguntas cerradas y las abiertas. Las preguntas cerradas son aquellas que se contestan con una respuesta corta y definida; mientras que las preguntas abiertas no poseen una respuesta predeterminada, de forma que cada estudiante puede ofrecer contestaciones distintas. Este último tipo de preguntas son clave para favorecer el pensamiento en la clase, ya que requieren de una reflexión más profunda y elaborada. Pero las preguntas cerradas son también útiles, ya que son importantes para comprobar que los alumnos poseen el suficiente conocimiento como para poder profundizar.
Por otro lado, vamos a comentar ejemplos de tipos de preguntas según cuál es su intención, a qué objetivo van dirigidas:
Búsqueda de relaciones, similitudes y diferencias entre conceptos
- ¿De qué manera ______________ se relaciona con ________________?
- Compara ____________ y ______________ con respecto a ______________.
- ¿Cómo se relaciona _________________ con lo que hemos aprendido antes?
Búsqueda de causas y consecuencias
- ¿Qué crees que causa ___________________?
- ¿Cuáles son las consecuencias de ___________________?
- ¿Cuál es la causa de __________________?
Comprensión de procesos
- ¿Por qué ocurre ___________________?
- ¿Qué es lo que todavía no entiendes de __________________?
Explicación de las razones que sustentan sus opiniones
- ¿Estás de acuerdo o en desacuerdo con esta declaración: ____________________?
Búsqueda del tema o idea principal de un texto, párrafo, etc.
- ¿Cuál es la idea principal de___________?
- ¿Cuál es el tema que une todas esas ideas?
Evaluación y análisis de conceptos o ideas
- ¿Cuáles son las fortalezas y debilidades de _______________?
- ¿Cuál es el mejor _______________ y por qué?
- Evaluación de las respuestas de los compañeros
Búsqueda de soluciones
- ¿Cuáles son algunas posibles soluciones para el problema de _______________?
Realización de suposiciones, especulaciones o hipótesis
- ¿Qué pasaría si ___________________? (¿Qué pasaría si desapareciera el Sol?)
- ¿Esto es siempre así?
Demostraciones
- ¿Cómo podrías verificar esta información?
- ¿Qué pruebas puedes aportar para demostrar la validez de tu respuesta?
Poner ejemplos
- ¿Podrías poner un ejemplo de __________________?
Reflexión acerca del propio aprendizaje, reelaboración de la respuesta
- ¿Existe otra forma de decir eso mismo?
- ¿Puedes explicar cómo resolviste el problema?
- ¿Existe alguna otra explicación?
- Preguntar cómo ha llegado el alumno a esa respuesta (explicar el pensamiento que hay detrás de la respuesta).
- ¿Por qué piensas eso?
- ¿Por qué piensas que alguien podría estar en desacuerdo con eso?
Mejora de la calidad de la respuesta:
- Pedir una palabra mejor o una definición/explicación más precisa.
- Pedir a los alumnos que cuenten más, que expliquen con más detalle o que desarrollen su respuesta.
Sacar conclusiones
- ¿Qué has descubierto que no sabías?
- ¿Qué es lo que más te ha sorprendido?
Otras preguntas pueden requerir: aplicar la nueva habilidad o conocimiento a un entorno diferente, categorizar, clasificar, organizar, secuenciar…
¿Cómo hacer preguntas? Técnicas que podemos aplicar
Los siguientes aspectos metodológicos van, sobre todo, dirigidos a intentar que participe toda la clase. Cuando preguntamos a la clase en general ¿lo habéis entendido?, incluso aunque nos contesten que sí, no podemos estar seguros de que todos los alumnos comprendieron nuestras explicaciones. De hecho, la experiencia nos dice que una parte importante de ellos no entendieron algún aspecto de los nuevos conocimientos (y muchos ni siquiera nos estaban prestando atención). Por ello, a continuación se comentan distintas técnicas que podemos usar a la hora de hacer preguntas:
Dejar tiempo para pensar
Tras realizar la pregunta, es conveniente dejar siempre unos segundos (de 3 a 5) para que todos los alumnos tengan tiempo de pensar la respuesta, y no solo aquellos que son más rápidos. Conviene resistir la tentación de romper el silencio, ya que nuestros alumnos necesitan este tiempo para procesar, a nivel cognitivo, sus respuestas. Además, al disponer de más tiempo para la reflexión, puede mejorar la calidad de sus respuestas.
Cold calling (preguntas sin aviso)
Esta sencilla técnica consiste en plantear la pregunta a toda la clase, dejar un pequeño tiempo de reflexión y elegir al azar a un alumno/a que la conteste. Debemos decir el nombre del alumno después de formular la pregunta, para garantizar que todos los alumnos escuchan y piensan en la pregunta. Asimismo, los alumnos tienen que estar más atentos, al no saber cuál de ellos será elegido para responder. Sería ideal intentar que, a lo largo de la sesión, participe toda la clase; los que suelen levantar la mano, pero también aquellos que tratan de pasar desapercibidos, por timidez, inseguridad o distracción. Para escoger un nombre al azar podemos usar un vasito con palillos, cada uno con el nombre de un alumno, o, si nos gusta más lo digital, alguna aplicación que escoja a una persona de la clase al azar.
Think Pair Share (piensa, por parejas, comparte)
Mediante esta técnica, lanzamos una pregunta a toda la clase, dejamos un momento de reflexión individual, y, posteriormente, los alumnos discuten por parejas la respuesta a la pregunta formulada. Finalmente, las respuestas se comparten y discuten entre toda la clase, lo que permite que los alumnos mejoren sus respuestas, las reelaborar, etc.
Sin salida
Ante un alumno que nos contesta “no lo sé”, realizamos la misma pregunta a otro alumno y, si su respuesta es correcta, el primer alumno que no sabía contestar tiene que repetir dicha respuesta. Esta técnica evita que los alumnos se escaqueen. Su objetivo es convertir las respuestas tipo «no sé» en una oportunidad de aprendizaje, asegurándonos de que los alumnos que no lo intentan o no pueden responder practiquen para hacerlo bien. Además, si la ponemos en práctica a menudo, nuestros alumnos se darán cuenta de que no pueden escaparse de intentar contestar a nuestras preguntas con un simple “no lo sé”.
Pizarras blancas con rotuladores borrables
Podemos usarlas para que toda la clase responda a preguntas más concretas, que se respondan con una palabra, o mediante sí o no, verdadero o falso, o mediante varias opciones. También los estudiantes pueden forrar con “aironfix” una de las tapas de su cuaderno para usarlo como pizarra. Otra posibilidad es que los alumnos utilicen gestos de la mano para responder a una pregunta. Por ejemplo, pulgares arriba para decir que es verdad, pulgares hacia abajo para indicar que es falso; o levantar varios dedos para mostrar su respuesta (según el número de dedos, la respuesta es una opción u otra). Para este tipo de preguntas, por supuesto, también podemos usar distintas aplicaciones, como Kahoot, Quizziz, Plickers…
Pregunta dos veces
Esta sencilla técnica consiste en evitar las preguntas aisladas, intentando lanzar al menos una segunda pregunta después de la respuesta del estudiante a la primera pregunta. Esto favorece conectar el nuevo aprendizaje con los aprendizajes previos y también evita las respuestas superficiales. Estas preguntas que van a continuación de la primera podrían pedir evidencias, razones, ejemplos, exploración de implicaciones y consecuencias, etc.
Reforzar los grises
Consiste en elegir una pregunta relacionada con algún asunto deliberadamente general, por lo que puede tener matices y generar polémica y debate. Un ejemplo podría ser: “¿Es el cambio climático el problema más importante que tenemos?”, como señala Fernández (2019). Colocamos un cartel con un SÍ en un lugar de la clase y otro que diga NO algo alejado. En el espacio que hay entre los carteles de SÍ y NO los alumnos van colocando un trozo de papel adhesivo, más o menos cerca de cada opción en función de cuánto de acuerdo están con dichos sí o no. En este papel los alumnos deben argumentar por qué se han colocado en su posición. A continuación, los alumnos exponen sus argumentos, después de lo cual se les permite cambiar su papel de sitio.
Ellos hacen las preguntas
Algo muy interesante es enseñar a los estudiantes a hacer preguntas, porque, a través de ellas, podemos darnos cuenta de cuánto están comprendiendo. Muchas veces dicen más las preguntas que las respuestas. Por ejemplo, tras leer un texto, habitualmente les damos unas preguntas para que las respondan; pero otra opción es pedirles que construyan preguntas relacionadas con dicho texto; lo que puede resultar más interesante a que simplemente repita lo que ha leído, puede exigir mayor esfuerzo cognitivo y mayor reflexión.
Para concluir, voy a parafrasear a Reverter (2021): “Las preguntas en clase deben ir mucho más allá, tanto en formato como en calidad y cantidad, de lo que han acostumbrado a realizarse clásicamente”. Por ello, compañeros, merece la pena que nos lancemos a preguntar más y mejor.
Bibliografía:
Reverter, A. (2021). Principios de Rosenshine (7): hacer preguntas. Blog: El Mc Guffin Educativo.
Fernández, J. (2021). Hacer buenas preguntas. Blog: Investigación Docente.
Fernández, J. (2021). Una guía para hacer buenas preguntas en clase. Blog: Investigación Docente.