Uno de los retos a los que nos enfrentamos actualmente en la enseñanza es la integración de tecnologías y metodologías innovadoras, fundamentales para promover un aprendizaje activo y motivador. Dos de los enfoques más populares son la Gamificación y el Aprendizaje Basado en el Juego (ABJ). Ambos constituyen metodologías que ponen el acento en la motivación, promoviendo el aprendizaje del alumnado de un modo activo. A primera vista, nos pueden parecer similares, ya que ambos implican elementos de juego. Sin embargo, difieren significativamente en su enfoque y aplicación en el aula. Así pues, en esta entrada trataremos de descifrar estas diferencias y así contribuir a su mejor implementación en la docencia de ByG en la ESO y el Bachillerato.
Gamificación: Haciendo que el Aprendizaje sea un Juego
La gamificación en el contexto educativo implica la integración de elementos de juego en actividades de aprendizaje para motivar y comprometer a las y los estudiantes. Esto supone que se van a incluir determinadas dinámicas, mecánicas y reglas de juego en un entorno no necesariamente lúdico. En este caso, las reglas y la ludificación se adaptarán al contenido. Por ejemplo, en una clase de biología, donde el alumnado participa en un juego de rol ambientado en un avance científico concreto, por ejemplo en el contexto de estudio de la Selección Natural y Evolución, donde cada una y uno asumen roles de las científicas y científicos involucrados y recrean las decisiones que tomaron y cómo estas determinaron el desarrollo de los acontecimientos.
Aprendizaje Basado en el Juego: aprendiendo a través de la experiencia
Por otro lado, en el ABJ se usa un juego completo, se juega a un juego, bien sea adaptado o no, para adquirir una serie de conocimientos concretos, por lo tanto como herramienta educativa. En lugar de simplemente incorporar elementos de juego a las actividades, el juego constituye el método principal de enseñanza y aprendizaje. Normalmente empezaremos por usar juegos ya confeccionados y comercializados, para poder llegar a nuestras propias elaboraciones y, en último término, será el alumnado el que pueda dar ese paso y crear los suyos. Los objetivos serán didácticos y el aprendizaje debe poder ser extrapolable fuera del propio juego. Es decir, en este caso el contenido se adaptará al juego.
La clave está en el enfoque
La diferencia principal entre gamificar el aula y el uso de ABJ se encuentra en el enfoque que se le da. Mientras que la gamificación se centra en incorporar elementos del juego a actividades de aprendizaje, el ABJ utiliza el juego como el vehículo principal para la enseñanza y el aprendizaje. Además, la gamificación puede tener un carácter colaborativo que en el ABJ suele ser más competitivo.
En ambos casos, se desea generar emociones propias de un juego: el interés, la implicación y la motivación. Nos aprovechamos, de este modo, de la predisposición psicológica del ser humano para participar en juegos.
Entonces, ¿cuál es la mejor opción en el aula?
Pues no hay una respuesta definitiva. Ambos enfoques tienen sus ventajas y desventajas, y la elección dependerá de los objetivos educativos específicos, las preferencias del docente y las necesidades del alumnado. La gamificación puede ser útil para motivar a los estudiantes y hacer que las actividades de aprendizaje sean más atractivas, mientras que el ABJ puede proporcionar experiencias de aprendizaje inmersivas y prácticas, que entre otras, favorezca el repaso de los contenidos trabajados.
Algunos ejemplos en el repositorio de Simbiosis
Hacer un repaso de todos los recursos disponibles en el repositorio para gamificar o de ABJ, sería muuuuy largo, porque son muchos y muy buenos. Pero para abrir boca os dejo aquí algunos ejemplos:
Gamificación
MicroSimbiosis
SuperSimbiosis
MegaSimbiosis
Aprendizaje basado en el juego
MicroSimbiosis
SuperSimbiosis
MegaSimbiosis
Así que ya solo nos queda animaros… A JUGAR!!!
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