Creo que no me equivoco si afirmo que Internet constituye a día de hoy una herramienta fundamental para la educación, ya que nos permite acceder de manera inmediata, tanto a profesorado como alumnado, a una gran cantidad y variedad de información sobre cualquier tema que nos interese. El problema surge debido a que no toda la información que encontramos en Internet es veraz, rigurosa y/o científica. Existen muchas fuentes de información que difunden datos que son o bien directamente falsos, erróneos o al menos engañosos, ya sea esto motivado con fines comerciales, políticos, ideológicos o simplemente por diversión. Estas fuentes pueden confundir, desorientar o incluso manipular a nuestro alumnado y afectar negativamente a su aprendizaje, así como al desarrollo de su pensamiento crítico, fundamental en el ámbito de estudio de la Biología y Geología.
Así, en la era de la información digital, enseñar a los estudiantes cómo navegar por la maraña de recursos en línea constituye una tarea fundamental. En particular, es necesario desarrollar la capacidad de discernir entre fuentes fiables y engañosas, como un aspecto crucial de su aprendizaje académico y científico.
Como docentes comprometidas y comprometidos con la formación de nuestro alumnado, nuestro objetivo va más allá de impartir conocimientos, también procuramos que desarrollen habilidades que les permitan distinguir entre una información veraz y aquella que pueda resultar dudosa.
Por eso, es fundamental que les enseñemos a buscar fuentes fiables en Internet, especialmente cuando se trata de temas relacionados con la Biología y la Geología. Estas ciencias se basan en el método científico, que implica observar, formular hipótesis, experimentar, analizar datos y sacar conclusiones. En el proceso de aprendizaje de todas las materias relacionadas con esta área, nuestras alumnas y alumnos necesitan consultar fuentes de información que se ajusten a los principios y los criterios del mencionado método científico.
¿Cómo podemos enseñarles a buscar fuentes fiables en Internet?
Para empezar es importante establecer una metodología a la hora de realizar la búsqueda que incluya los siguientes pasos:
Antes de buscar: definir el tema y el objetivo de la búsqueda. Nuestras alumnas y alumnos deben tener claro qué es lo que quieren saber y para qué lo quieren saber. Así podrán elegir las palabras clave adecuadas que va a introducir en el buscador y así filtrar los resultados en función de sus necesidades.
Durante la búsqueda: evaluar la calidad y la fiabilidad de las fuentes seleccionadas. Es imprescindible que nuestro alumnado aprenda a evaluar las fuentes de información que encuentran en Internet según una serie de criterios básicos, entre los que se incluya: la autoría, la fecha, la objetividad, la evidencia y la relevancia. Estos criterios les ayudarán a distinguir las fuentes fiables de las que no lo son. Para ello, pueden plantearse algunas preguntas como:
¿Quién es el autor o la autora de la información? ¿Qué formación, afiliación o reputación tiene? ¿Es una experta o un experto en el tema?
¿Cuándo se publicó o actualizó la información? ¿Es reciente? ¿Refleja el estado actual del conocimiento científico?
¿Qué intención tiene la información? ¿Es objetiva o tiene algún sesgo o interés oculto? ¿Presenta los hechos y los datos de forma clara y precisa? ¿Contrasta la información con otras fuentes independientes?
¿Qué evidencias sustentan la información? ¿Se basa en datos obtenidos a través del método científico? ¿Cita sus fuentes originales? ¿Ofrece referencias bibliográficas para profundizar en el tema?
¿Qué relevancia tiene la información para nuestro propósito educativo? ¿Se ajusta al nivel educativo de nuestras alumnas y alumnos? ¿Se relaciona con los contenidos curriculares? ¿Despierta su interés y su curiosidad por la ciencia?
Después de la búsqueda: seleccionar, organizar y utilizar la información. Es esencial que nuestras alumnas y alumnos sepan seleccionar la información más relevante y fiable de entre todas las fuentes que han consultado. Además, es importante que sepan organizarla de forma coherente y lógica, utilizando herramientas digitales tales como mapas conceptuales, esquemas, tablas, etc. Por último, es necesario que sepan utilizar la información de forma ética y responsable, respetando siempre los derechos de autoría, citando correctamente las fuentes y evitando el plagio.
Con todo ello podemos definir las siguientes estrategias clave para guiar a los estudiantes en la búsqueda de fuentes fiables:
1. Validar las Fuentes:
Enseñar a los estudiantes a cuestionar y evaluar la credibilidad de la fuente es esencial. Es necesario explicarles cómo identificar la autoría, la afiliación institucional, y la fecha de publicación. Pueden recurrir a sitios web gubernamentales, académicos o de renombre en la materia.
2. Comprender la Relevancia:
La relevancia es un factor determinante. Debemos ayudar a los estudiantes a discernir si la información es pertinente para su investigación. ¿Contribuye a la comprensión de un tema específico? ¿Está respaldada por la evidencia y contiene referencias?
3. Analizar la Fiabilidad Científica:
Es importante implementar la búsqueda de artículos revisados por pares, ya que estos suelen garantizar una mayor fiabilidad científica. Además, aprender a distinguir entre opiniones y hechos es crucial en la evaluación de fuentes.
4. Entrenar en Herramientas de Búsqueda:
Impulsar el uso de operadores de búsqueda avanzados y bases de datos especializadas. Enseñar cómo utilizar filtros y palabras clave para obtener resultados más precisos y de fuentes más confiables.
5. Fomentar el Pensamiento Crítico:
La capacitación en pensamiento crítico es fundamental. Animar a cuestionar, comparar y contrastar diferentes fuentes para desarrollar una comprensión más amplia y profunda sobre el tema.
6. Enseñar Ética en la Investigación:
Los estudiantes deben comprender la importancia de citar adecuadamente las fuentes utilizadas. Es fundamental explicarles cómo el plagio y la omisión de referencias pueden socavar su trabajo y credibilidad académica.
7. Ejemplos Prácticos y Retroalimentación:
Proporcionar ejemplos concretos de fuentes fiables y no fiables para que los estudiantes las comparen y contrasten. Ofrecer asimismo, una retroalimentación constante sobre sus elecciones y prácticas de investigación.
El aprendizaje de cómo navegar por la selva digital y saber discernir entre fuentes fiables de información de las que no lo son, constituye una habilidad que trasciende al aula. Les proporciona las herramientas necesarias para ser pensadores críticos y científicamente informados en un mundo inundado de datos, capaces de acceder a información confiable y contribuir al avance del conocimiento con integridad.
Aprender más…
Alfabetización mediática (https://www.incibe.es/)
Lista de control para evaluar la fiabilidad de las fuentes (https://cedec.intef.es/)
SPOOC Familias digitales: busca y navega por Internet de forma eficiente (nivel inicial y nivel avanzado) INTEF (https://enlinea.intef.es/)
Video Búsquedas en internet del UCTICEE (https://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/mediateca/ecoescuela/)
CRÉDITOS:
Imagen de portada: Imagen de pikisuperstar en Freepik
