En la actualidad, los huertos escolares han ganado popularidad en la enseñanza primaria como una herramienta educativa efectiva para involucrar a los estudiantes en el aprendizaje práctico. Sin embargo, a medida que se avanza hacia la educación secundaria, es fundamental reconocer que los beneficios de los huertos escolares no deben detenerse aquí. Más bien, deberían ser llevados a esta etapa crucial de desarrollo adolescente. Este artículo explora desde mi experiencia cómo la implantación de huertos escolares en secundaria puede seguir beneficiando a los estudiantes, fortaleciendo su aprendizaje, fomentando una conexión con la naturaleza y promoviendo habilidades vitales para la vida.
¿De qué estamos hablando?
Imagina un día típico en un instituto donde la salida al huerto no es solo una actividad extracurricular, sino una asignatura integral que transforma la forma en que los estudiantes aprenden y se relacionan con el mundo que los rodea. En este instituto, los estudiantes de secundaria tienen la oportunidad de inscribirse en la asignatura de “Huerto Escolar”. Esta clase no solo se lleva a cabo en un aula tradicional, sino que también tiene lugar en una zona en el exterior, una zona verde donde se ha ubicado un huerto por su orientación.
Sin duda los primeros pasos pueden ser los más difíciles. El comienzo de esta asignatura es un reto tanto para docentes como para estudiantes. En los días iniciales, la planificación es fundamental: desde la ubicación del huerto hasta su diseño. Una vez conseguido esto toca limpiar y trabajar el suelo. Esta fase es la más dura pero también es donde la magia comienza a suceder. En parte, se puede entender como el proceso de blanquear un lienzo y ver cómo cobra vida con nuestras propias manos.
Después de dedicar tiempo y esfuerzo a limpiar y preparar nuestro huerto, estamos listos para comenzar su cultivo. Al mismo tiempo que los estudiantes trabajan reciben la clase, la importancia de la fertilidad del suelo o la biología de las plantas son alguno de los contenidos a tratar mientras siembran las semillas y cuidan las plantas. Es un momento donde la teoría se encuentra con la práctica, y donde cada gesto en el huerto nos acerca más a la experiencia de ver crecer nuestros propios alimentos.
Como se menciona en la introducción, en la etapa de primaria es común que los colegios tengan un huerto escolar, sin embargo, en secundaria esta práctica es menos frecuente, y es una pena considerando los innumerables beneficios que conlleva. Algunos centros están empezando a implementar una asignatura opcional en esta etapa educativa.
Durante este curso, he tenido la fortuna de vivir esta experiencia. Al principio no dejaba de pensar en que me había metido, pero he de decir que el alumnado y su predisposición ayudó en mi empeño. Así que empecé a contactar con otros docentes que habían vivido la misma experiencia. Además, realicé un curso que ofreció el Centro de Formación del profesorado sobre permacultura impartido por Ecoluciona. Aunque comenzar esta asignatura desde cero puede resultar complicado, una vez que se pone en marcha, basta con permitir que la naturaleza siga su curso.
Así es como comenzó mi experiencia como docente en la asignatura de huerto escolar con un grupo de cuarto de ESO. Ahora, comparto algunas reflexiones personales:
Aprendizaje Práctico
Los adolescentes están en una etapa de desarrollo donde el aprendizaje práctico es especialmente relevante. Trabajar en un huerto escolar les brinda la oportunidad de aplicar los saberes del curriculum en un entorno real, lo que refuerza su comprensión y les ayuda a interiorizar el conocimiento de manera más efectiva. Por ejemplo, al estudiar el proceso del vermicompostaje (incluso tenemos un vermicompostador en el huerto), los estudiantes no solo aprenden sobre la descomposición de materia orgánica y la importancia de los nutrientes en el suelo mediante libros o imágenes, sino que también tienen la oportunidad de observar directamente cómo los gusanos descomponedores transforman los desechos orgánicos en un valioso abono para las plantas. Esta experiencia práctica les permite comprender de manera más profunda la interacción entre los organismos del suelo, los nutrientes y las plantas, y les brinda una conexión directa con los procesos naturales que sustentan la vida.
Re-conexión con la naturaleza
En una edad en la que muchos adolescentes pasan mucho tiempo frente a pantallas, el contacto directo con la naturaleza se vuelve aún más valioso. El trabajo en un huerto escolar no solo les brinda la oportunidad de sumergirse en el mundo natural, sino que también les proporciona una pausa de la tecnología. Este contacto con la tierra no solo supone aliviar el estrés y promover la concentración, sino que también contribuye a su bienestar general. Es frecuente que, mientras trabajan en el huerto, que alguno de los estudiantes observe una oruga, por ejemplo, y que todos los demás se acercan para observarla de cerca. En ese momento, se dan cuenta de que están inmersos en un mundo vivo, lejos de las pantallas electrónicas.
Desarrollo de habilidades para la Vida
Los estudiantes están comenzando a prepararse para la vida adulta. Trabajar en un huerto escolar nos ha enseñado (me incluyo) lecciones importantes sobre humildad y respeto por el ciclo de la vida. A veces, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, las cosas no salen como esperamos en el huerto. Pero cada desafío nos brinda la oportunidad de aprender, adaptarnos y seguir adelante.
Creación de comunidad
Trabajar en el huerto escolar también ha fortalecido la sensación de comunidad entre el grupo. En un centro de gran tamaño como el nuestro, nos hemos encontrado con ciertos contratiempos, como la presencia ocasional de suciedad en el área del huerto debido al arrojo de papeles o envases. Ante esta situación, el propio grupo propuso una campaña de concienciación por las aulas para promover el respeto hacia las zonas verdes y el cuidado del entorno escolar. Esta iniciativa refleja un sentido profundo de pertenencia, que no solo ha contribuido a proteger nuestro huerto, sino que también ha fomentado un sentido de responsabilidad y cuidado, quienes ahora se sienten orgullosos de mantener y preservar este valioso espacio verde en nuestro centro.
Fomento de un estilo de vida saludable
Durante la adolescencia los hábitos de salud y bienestar comienzan a establecerse. ¡Qué mejor manera de aprender esto que llevándose a casa lechugas o espinacas recién cosechadas! De esta forma, los estudiantes no solo disfrutan de productos frescos y nutritivos, sino que también aprenden el valor de cultivar sus propios alimentos y adoptar hábitos saludables que perdurarán a lo largo de sus vidas.
Cambio de Perspectiva
La experiencia en el huerto ha transformado mi perspectiva docente de manera significativa. Me ha recordado la importancia de salir del aula y explorar el mundo real con mis estudiantes, y me ha inspirado a buscar nuevas formas de conectar los conceptos teóricos con experiencias tangibles y significativas.
Conclusión
Como experiencia docente, el huerto escolar ofrece una plataforma única para enriquecer la enseñanza y el aprendizaje. Va más allá de las limitaciones del aula tradicional, proporcionando un entorno práctico donde los estudiantes pueden aplicar conceptos teóricos de manera tangible. Este enfoque experiencial no solo refuerza la comprensión de los estudiantes, sino que también les brinda la oportunidad de desarrollar habilidades prácticas y sociales valiosas. Además, la conexión con la naturaleza y el trabajo en equipo fortalecen el sentido de comunidad en el aula y fomentan un ambiente de aprendizaje positivo y enriquecedor.
Para saber más
Por lo tanto, si tienes la posibilidad de comenzar o proponer un huerto escolar en tu centro, te animo a que no dudes en hacerlo. Para ello, te sugiero que consultes los siguientes enlaces, los cuales te proporcionarán ideas y recursos para dar inicio a esta asignatura. Además, si estás interesado en otro artículo que profundice en el currículum o en cómo comenzar la asignatura de huerto escolar, déjalo en comentarios para que podamos proporcionarte la información que necesitas.
- -El Huerto Escolar en la Educación Secundaria Obligatoria.
- -El Huerto Ecológico en la Educación Secundaria.
- -Guía didáctica sobre el huerto para secundaria.
Y algunos recursos que puedes encontrar en el repositorio de Simbiosis:
- Elaboración de fichas para el huerto escolar
- Proyecto Huerto Escolar
- Náufragos en el tiempo: una actividad sobre el uso de las plantas
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