En Proyecto Simbiosis, siempre buscamos compartir con nuestra comunidad educativa recursos y perspectivas que enriquezcan nuestra labor docente y hace algunos meses reflexionamos brevemente sobre la Educación Basada en Evidencias.

Hoy tenemos el privilegio de entrevistar a Juan Fernández, un docente y divulgador cuya pasión por la educación y la ciencia lo ha llevado a ser un referente en el ámbito educativo. Con una sólida formación como biólogo, Juan ha dado un paso más allá de las aulas, combinando su experiencia investigadora con la enseñanza de la biología y la geología. Es autor de varios libros sobre pedagogía y práctica docente basados en la evidencia, y ha convertido su blog investigaciondocente.com en un espacio indispensable para educadores que buscan mejorar su práctica diaria.

A través de esta entrevista, esperamos explorar cómo Juan aplica las últimas investigaciones en el aula, descubrir sus estrategias pedagógicas más efectivas y conocer su opinión sobre la enseñanza de las ciencias en un entorno educativo que, lamentablemente, tiende a reducir las horas dedicadas a materias tan fundamentales como la biología y la geología.

SIMBIOSIS: Juan, en tu blog mencionas que comenzaste a traducir y resumir libros de educación para hacerlos más accesibles a otros docentes. ¿Qué te motivó a dar ese paso y cómo crees que ha impactado en tu forma de enseñar y en la comunidad educativa?

Mi motivación principal fue encontrar un gran número de personas en mi claustro que no podían acceder a muchos libros, aquellos que me estaban recomendando en una formación que yo estaba recibiendo. Además, el primero que comenté para el blog (“Hidden Lives of Learners” de Graham Nuthall) me cambió totalmente la mirada. Sigue siendo de los mejores libros que he leído. Compartí mis reflexiones en un grupo de gente que nos juntábamos para hablar de pedagogía y acompañamiento y les gustó mucho. Así que Mónica, mi pareja, me animó a compartirlo con más gente. Y así surgió el blog. 

En resumen, mi docencia ha cambiado, sobre todo, al hacerse más reflexiva y autocrítica. Menos encerrada en “lo que hicieron conmigo” y mucho más abierta a que puedo estar equivocado.

En tu libro “Educar en la complejidad“, hablas de la necesidad de adaptar los métodos de enseñanza a la realidad del aula. ¿Podrías compartir algunos ejemplos prácticos de cómo lo haces en tus clases de biología y geología?

Un ejemplo puede ser la utilización de estrategias cooperativas en el aula para comentar noticias actuales relacionadas con la biología. Hay grupos en los que hay interés y conocen algunas fuentes de información fiables, de manera que el trabajo más independiente comienza enseguida. Pero hay otros grupos donde es necesario empezar por modelar una búsqueda de información, relacionando además las noticias con el temario para que de alguna manera el alumnado conecte explícitamente con la asignatura. En general, es una asignatura que despierta interés, pero puede ser un interés más elaborado o un interés de que les gustan los vídeos de animales de TikTok. Y esas diferencias en el punto de partida es esencial a la hora de abordar las estrategias de aula.

La evidencia científica es un pilar fundamental en tu trabajo. ¿Qué consideras que es lo más importante que los docentes deben tener en cuenta al aplicar métodos basados en evidencia en sus aulas?

Lo más importante para mí es que debemos ser escépticos con nuestra percepción, muchas veces basada en estereotipos o en nuestras propias expectativas. Por ejemplo, si ya comunicamos que la geología es un ladrillo aburridísimo, eso afectará a nuestro enfoque y, por supuesto, a la receptividad de nuestro alumnado. 

Otro aspecto muy importante es que debemos preguntar a la ciencia sobre la mejor manera de cambiar las ideas preconcebidas de nuestro alumnado. Esto es especialmente importante en temas como el cambio climático. Hay mucho escrito sobre el tema, y sería bueno que más docentes supieran de los estudios llevados a cabo en este sentido. Porque no todas las actividades son igualmente promotoras de un cambio conceptual, y con la mejor intención podemos perder tiempo y esfuerzos en estrategias que no consiguen nuestros objetivos.

Ahora que comienza el curso y tenemos que hacer la “evaluación inicial” del alumnado, la LOMLOE pone el foco en una evaluación competencial. ¿Cómo llevas a cabo este diagnóstico en tu clase? ¿Qué importancia le das a esta evaluación inicial y cómo utilizas los datos obtenidos para ajustar tu enseñanza durante el curso?

En primer lugar, me parece importante utilizar la información del docente del curso pasado. Esa esa una evaluación inicial muy importante, que a veces se pasa por alto. En mi caso, suelo empezar con actividades individuales y grupales. Perdonad la publi, pero están sacadas de la sección “Recursos” de mi blog donde las podéis descargar gratis. Mientras las realizan, voy tomando notas de lo que voy observando. Además, todos realizan un test con preguntas sobre el curso que empieza, basadas en un banco de preguntas para pensar que tenemos en el departamento. Es el mismo test que les pasaré a final de curso, y les gusta comprobar el número de respuestas correctas que han mejorado desde el inicio al final. Por supuesto, no les doy el resultado más que al final de curso.

La evaluación formativa es un tema recurrente en tu trabajo. ¿Cómo implementas esta estrategia en tus clases y qué impacto has observado en el aprendizaje de tus alumnos?

Para mí, la evaluación formativa es la manera de trabajar en el día a día. Es decir, veo la evaluación formativa como un proceso didáctico y no como una forma o parte de la evaluación con una función de certificación. Algo que se utiliza de manera cíclica como parte de las clases para hacerlas realmente significativas y eficaces: compartiendo qué vamos a aprender y por qué; y cómo se relaciona con las grandes ideas de la biología o la geología. Realizando actividades que permiten al alumnado comprobar su aprendizaje, y tomando después decisiones sobre los siguientes pasos a dar. 

En el caso de la biología, me gusta mucho pensar en sistemas y en conexiones. Por ejemplo, la mitocondria se puede relacionar con el gasto energético y con el deporte. La manera en la que lo macro y lo micro se parecen y diferencian supone un buen punto de partida. Y utilizo mucho una evaluación sin calificaciones, donde el objetivo está en realizar una actividad o tarea. Cuando hay calificaciones es porque se trata de algo que se ha practicado mucho antes (y porque nos lo pide la administración).

Has escrito sobre la importancia de la metacognición en el aprendizaje. ¿Qué rutinas metacognitivas recomendarías a los docentes para ayudar a sus alumnos a reflexionar sobre su propio proceso de aprendizaje?

De este tema es de lo que más estoy leyendo últimamente, así que me resulta difícil resumiros algo. A mí me parece importante reflexionar sobre las propias estrategias de aprendizaje. Además, hay cursos donde se habla de sistema nervioso o cerebro, sueño y alimentación… ¿por qué no aprovechamos esos temas para introducir algunas ideas sobre la evocación, lo importante que es fijarse metas, o cómo afecta el sueño a la memoria? Creo que tenemos unos temas idóneos para aproximarnos a la cognición, y por tanto a la metacognición.

Otra cosa que voy a empezar a llevar a cabo este curso es incorporar “juicios de confianza” en las respuestas. ¿Cómo de seguro estás de tu trabajo? ¿Cuál crees que es la mejor parte? Y a partir de ahí, reflexionar sobre las veces que estamos muy seguros de algo, que acaba siendo erróneo. Esto también me sirve para cambio climático, vacunas… En el blog compartí hace poco un proyecto sobre ¿Por qué aprendemos esto? Y se basa en salir a la calle a preguntar a la gente sobre evolución y cambio climático. Una de las cosas más chulas que descubren es que la gente que está más segura de sus respuestas NO ES la que más sabe. De ahí se puede reflexionar muchísimo con el alumnado sobre las consecuencias de la sobreconfianza en el propio científica.

La motivación es otro de los grandes desafíos en la educación. ¿Cómo abordas la motivación en tus alumnos, especialmente en una asignatura como biología, que a veces se percibe como difícil o inaccesible?

Efectivamente, la motivación es una parte muy importante del aprendizaje. Yo creo que tenemos una asignatura llena de retos y de grandes preguntas sin resolver; mejor todavía, también de grandes malentendidos. Eso genera un caldo de cultivo para despertar la curiosidad y el interés situacional, que en mi caso trabajo siempre mediante el diálogo y el cuestionamiento. Por ejemplo: ¿qué te hace estar vivo? es una gran pregunta. Porque por un lado eres un cuerpo distinguible, pero por otro lado tus células no paran de cambiar (dicho simplemente, que me perdonen los lectores). Ese tipo de ideas del tipo “las cosas no son lo que parecen” creo que tiene un gran potencial.

Por otra parte, para mí es muy importante que las primeras aproximaciones a la asignatura de cualquier persona siempre sean exitosas al principio. Conseguir altas tasas de éxito iniciales, mediante actividades abiertas en las que se potencie el razonamiento y la búsqueda de una mayor profundamente, son la mejor manera de conseguir esa motivación tan importante.

Tu experiencia como investigador, que abarca desde la búsqueda de información fiable hasta el trabajo en el laboratorio y la publicación de artículos, debe haber influido mucho en tu forma de enseñar. ¿Cómo ha afectado esta experiencia a la manera en que diseñas proyectos y actividades para tus alumnos? 

Me parece muy buena pregunta, porque es verdad que me influye mucho. Por mi parte, incido en mis clases en dos ideas. La primera, es que estamos a hombros de gigantes. La ciencia es un esfuerzo colectivo en el que las ideas se publican y comparten mediante un sistema (mejorable) que genera una “comunidad científica”. Ese nombre de comunidad, desarrollar lo que significa, me parece esencial. Esto también quiere decir que necesitamos conocer y comprender lo que otros han dicho antes de poder opinar de un tema, algo bastante contracultural. A veces en algunos materiales aparece la formulación de hipótesis como primer paso del método científico, y yo insisto en que el primer paso siempre es leer, leer mucho y escuchar a los especialistas para comprender qué se ha hecho antes sobre un tema. No vale empezar a investigar sobre una base inexistente de conocimientos previos. Por eso también soy pesado con las referencias y la bibliografía, te lo pueden decir mis ex-alumnos.

La segunda idea es que la ciencia es una actividad de cuestionamiento permanente, y por eso trato de construir mis clases sobre preguntas, como ya he dicho antes. Eso también implica que debo cuestionar mi propia práctica, de manera abierta y sincera, delante de mi alumnado. Si algo no funciona o no sale, podemos preguntarnos abiertamente qué es lo que no ha funcionado, no se ha entendido o los pasos en los que hemos descarrilado. Quizás no siempre y no con todo lo que hago, pero debo reservar momentos para evaluar juntos o no será posible entender de verdad el enfoque científico, que implica preguntar honestamente por cómo es la realidad, no por cómo nos gustaría que fuera.

La formación continua es clave para cualquier docente. ¿Qué recursos recomendarías a aquellos que quieren mejorar sus habilidades pedagógicas y mantenerse al día con las últimas investigaciones?

Mi opinión es que hoy en día el problema no es la falta de recursos, sino el exceso. Existen una cantidad innumerable de fuentes de información, pero no siempre son de la calidad que debiera. Yo recomendaría empezar por los libros de Héctor Ruiz, que son una joya. A partir de ahí, seleccionar un tema que resulte interesante para tu aula y leer más sobre el tema. Intento que mi blog sea una referencia a la que acudir en este sentido, pero también hay otros recursos y revistas especializadas en la didáctica de las ciencias que son muy recomendables. Finalmente, la fundación Promaestro tiene eventos y formaciones que siempre resultan útiles para comenzar este camino, y conocer a otras personas con intereses similares. La construcción de redes entre docentes me parece esencial, y ahí vuestro proyecto es también una referencia. Crear una red de docentes de biología y geología que puedan compartir experiencias y conocimientos es muy importante.

Por último, ¿qué mensaje te gustaría enviar a los docentes que luchan por mantener la relevancia de la biología y la geología en un sistema educativo cada vez más centrado en otras disciplinas? ¿Qué argumentos consideras fundamentales para defender su importancia en la educación secundaria y bachillerato?

A mí también me resulta desazonador que en un siglo de pandemia y cambio climático la importancia de la biología y la geología sea cada vez menor en el sistema educativo. Responde, en mi opinión,a unos intereses concretos. Durante los últimos años he colaborado con la FUHEM en la elaboración de unos materiales didácticos que trabajan explícitamente la perspectiva ecosocial porque el problema está conectado al optimismo tecnológico y la utopía emprendedora que, bajo mi punto de vista, son maneras de anestesiar nuestra capacidad crítica. 

Por eso la relevancia de nuestras materias, paradójicamente, me parece mayor. Suponen un lugar para confrontar creencias comunes, buscar la verdad científica y exponer a nuestros alumnos a la veracidad y la refutación. Sin geología y biología, nuestro alumnado será incapaz de pensar alternativas posibles, ni siquiera de comprender por qué hacen falta alternativas. Tampoco de asumir decisiones que llegarán a nuestra vida en un futuro no muy lejano: terapia génica, vacunación, etc.

En resumen, si queremos ciudadanos partícipes de la sociedad, alfabetizados científica y ambientalmente. Si queremos personas que puedan plantearse maneras mejores de relacionarse entre sí y con el planeta. Y si queremos una sociedad que pueda ser responsable de la salud comunitaria, todo esto, necesitamos la geología y la biología.

————————————————————————————————————————————————————————-

¿Te gustaría que hiciésemos alguna entrada en concreto? Si quieres proponer algún tema para una entrada en el blog, haz click en el siguiente enlace. ¿Tienes alguna pregunta o has visto algún error? No dudes en añadir tus comentarios más abajo. 

No te olvides de que, si aún no formas parte del Proyecto Simbiosis, puedes darte de alta siguiendo este enlace. Recuerda que estamos ansiosos por que nos enseñes tus materiales, y que, para poder tener acceso al 100 % de los materiales del Proyecto, has de contribuir con tus propuestas. Juntos, somos más.Si quieres ir más allá y formar parte del proyecto como colaborador en alguna de sus facetas puedes decírnoslo y contactaremos contigo en el momento que necesitemos ayuda.